La innovación y las transformaciones asociadas a las tecnologías y a la dinámica de las redes sociales hace ya un buen tiempo están incorporadas a los distintos ambientes de la vida social: la economía, la educación, la organización social. La política se resiste a incorporar estas ideas, con lo cual se amplía la desconexión con la sociedad que ya opera con otra lógica. Ideas como descentralización, colaboración y transparencia todavía son excepciones a la regla. Sin embargo, existen instituciones públicas que reconocen este descompás y se disponen a reconstruir la relación con la sociedad con base en estos y en nuevos paradigmas. Todo ello sería posible en Brasil, pero la verdad es que falta disposición para asumir los riesgos de innovar. Investigación y Contenido: Instituto Update